Transcripción: 

Todas las personas tenemos necesidades que debemos cubrir en distintas etapas de nuestra vida. Una necesidad es la sensación de carencia de algo que nos es indispensable. Por ejemplo, cuando no tienes comida para cubrir tu hambre, o no tienes un techo donde puedas dormir y descansar. Los deseos son la forma como cubrimos nuestras necesidades y reflejan nuestros gustos, intereses y preferencias. Por ejemplo, cuando quieres comunicarte con alguien, lo puedes hacer enviando un correo electrónico, un mensaje de texto, o bien haciendo una llamada telefónica. Pero si tu preferencia son los medios escritos sobre los verbales, escogerás enviar un mensaje en lugar de llamar. Así, cubres tu necesidad con base en tus propios deseos. Con el tiempo, transitamos por distintas etapas de la vida y por ello nuestras necesidades y deseos evolucionan; reflejo de los cambios de nuestro entorno, los recursos disponibles, las actividades que hacemos, nuestros intereses y gustos. De hecho, cada uno de nosotros enfrentamos diferentes circunstancias y vivimos distintas experiencias, por eso tenemos diversas maneras de cubrir nuestras necesidades y deseos. A veces los deseos se pueden confundir con necesidades. Tal vez necesitas taparte del sol con un sombrero, pero deseas un modelo específico. Por eso, vale la pena que antes de tomar una decisión primero distingas si estás atendiendo a una necesidad o a un deseo. Si estás tomando la decisión sobre un deseo, piensa en sus ventajas y desventajas para ver si en realidad cumple todas tus expectativas y si los recursos que vas a usar, ya sea tiempo, dinero o esfuerzo, valdrán la pena. Diferenciar entre tus necesidades y deseos te ayudará a tomar buenas decisiones y comparar alternativas. Asegúrate de haber analizado las ventajas y desventajas de todas tus opciones. Cuando tomas una decisión, dejas fuera las otras opciones que tenías y éstas representan tu costo de oportunidad. Es decir, son todo aquello que no podrás usar o hacer por haber escogido la opción que elegiste. Tu satisfacción final depende tanto de lo que obtienes como de lo que dejaste de lado. ¿Tú última compra fue por necesidad o por deseo?