Transcripción: 

Todos usamos el dinero para medir el valor de las cosas al momento de ponerles un precio. Averiguar el precio de algo es fácil: vas a las tiendas y miras las etiquetas, incluso puedes buscar en internet, pero esto no nos dicen quién y cómo decidió el precio.

El precio, es la cantidad de dinero que estamos dispuestos a dar o recibir por un bien o servicio, es decir, el número de pesos que se entrega o recibe a fin de intercambiar algo.

Los precios de bienes y servicios no se mueven de manera arbitraria o por azar. El movimiento de los precios es resultado de la constante negociación entre compradores y vendedores. Estos se reúnen en lugares conocidos como mercados, los cuales pueden ser físicos, donde acuden de manera presencial o virtuales donde, a través de internet, tiene acceso a una variedad de plataformas digitales de compra venta de bienes y servicios.

El valor de cualquier cosa puede cambiar. Por ejemplo: el mal tiempo afecta las cosechas y hace que las frutas y verduras suban de precio, o que el precio de algún estilo de ropa baje porque pasa de moda o termina la temporada.

Todo esto genera cambios en la oferta y la demanda.

La oferta son los bienes y servicios que los vendedores que quieren vender y la demanda son los bienes y servicios que los compradores desean adquirir en el mercado. A la hora de negociar, el comportamiento de los compradores es que entre más alto sea su precio quieren comprar menos, a esa conducta se llama ley de demanda; mientras que para los vendedores entre más alto sea el precio quieren vender más y se conoce como ley de oferta.

El precio se ajusta hasta lograr que la cantidad de un bien o servicio que está a la venta, sea igual a la cantidad de ese bien o servicio que las personas van a comprar. Es decir, el precio de mercado es el punto en que coincide la oferta y la demanda.