A diferencia de la teoría económica tradicional, que considera a los agentes económicos como seres racionales que siempre toman decisiones que maximizan su bienestar; la economía del comportamiento reconoce que las personas no siempre actúan de manera racional y que sus decisiones pueden estar influenciadas por diversos sesgos cognitivos.
Los sesgos son patrones de comportamiento o atajos mentales que, sin darnos cuenta, ayudan a nuestro cerebro a tomar decisiones rápido, pero que algunas veces nos podrían alejar de una optimización completa. Estos sesgos nos afectan a todos y pueden hacernos ver las cosas de manera distorsionada, influenciando nuestras decisiones y opiniones. Conocerlos es clave: cuanto más conscientes seamos de ellos podremos conducirnos con mayor empoderamiento y agencia.
Sesgo al presente
Es un sesgo cognitivo que nos lleva a dar prioridad a las recompensas o satisfacciones inmediatas sobre los beneficios o resultados futuros de una decisión, como el preferir gastar hoy en un antojo en vez de ahorrar para una meta futura, tomar decisiones apresuradas sin pensar en las consecuencias o sobreestimar nuestra situación financiera futura. Obedece a la necesidad de obtener la gratificación inmediata.
El sesgo al presente nos lleva a tomar decisiones subóptimas con relación a los beneficios que nos reportaría la tasa de interés en nuestras decisiones de:
• Consumo y endeudamiento: cuando damos prioridad al consumo inmediato a través del endeudamiento, en vez de ahorrar, aun cuando las tasas de interés sean elevadas; sin evaluar los costos de éste y las consecuencias financieras en el futuro.
• Planeación y ahorro: cuando nos gastamos el dinero en vez de ahorrarlo y obtener rendimientos, a cambio de disfrutar unas vacaciones el próximo mes en vez de planearlas con mayor anticipación.
• Inversiones y ahorro para mi retiro: cuando el horizonte de largo plazo se nos hace eterno y preferimos obtener satisfactores a corto plazo, sin considerar los beneficios de la tasa de interés compuesta.
Sesgo de influencia social
Este sesgo lleva a las personas a modificar sus decisiones, creencias o comportamientos con base en lo que hacen o piensan otras personas que considera relevantes en su vida. Busca satisfacer la necesidad de sentido de pertenencia a un grupo a través de la aceptación de lo que decida la mayoría y de asumir que, si todos hacen algo, es porque es socialmente aceptable y es lo correcto.
El sesgo de influencia social nos puede alejar de nuestras metas o sueños personales, por miedo al rechazo, al qué dirán si no hago lo que los demás o al no sentirme parte del grupo, ya sea a través del:
• Consumo y endeudamiento: cuando nos vemos presionados a consumir algo o, a asistir a un evento del cual no estamos plenamente convencidos y acabamos endeudándonos o usando los ahorros destinados a otra meta personal.
• Planeación y ahorro: al darnos cuenta que todos están ahorrando en activos financieros de alto riesgo porque están dando buenos rendimientos (por ejemplo, criptomonedas o acciones) subestimando el riesgo; al suponer que, si todos lo hacen, no debe ser tan riesgoso, ignorando la relación riesgo, plazo y rendimiento. (Comportamiento en manada).
• Inversiones y ahorro para mi retiro: cuando las tasas de interés bajan y ya no son tan atractivas para ahorradores e inversionistas, las personas tienden a invertir su dinero en activos financieros de alto riesgo provocando reacciones en manada, lo cual puede llegar a generar burbujas especulativas y crisis financieras.
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