El Banco de México tiene como finalidad proveer a la economía del país de moneda nacional. Para cumplir con este mandato, además de fabricar billete y ordenar la acuñación de moneda metálica a la Casa de Moneda de México, se requiere un sistema de distribución que garantice que el efectivo esté disponible en el lugar, en el momento, en las denominaciones y con la calidad requerida por el público.
Para asegurarse que los billetes alcancen todos los rincones del país, se trasladan por vía área y terrestre a las Cajas Regionales y corresponsales del Banco de México, que son instituciones de crédito encargadas de distribuir el efectivo. De ahí salen a todas las sucursales bancarias y cajeros automáticos para que todos podamos utilizarlos.
Durante su vida útil los billetes y monedas pasan por infinidad de manos y están expuestos a diferentes condiciones, que provocan su desgaste. Cuando estos ya no son aptos para seguir circulando se envían al Banco de México quien evalúa su condición y determina si se reincorpora a la circulación o concluye su ciclo de vida.
El cuidado de los billetes y monedas es un factor importante para mantener la confianza en el valor de nuestro dinero. ¡Cuidarlos se vale!